¿Enseñar Filosofía?
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Capítulo primero
¿Qué es la filosofía?
BOCHENSKI, J.M. Introducción al pensamiento filosófico, Herder, 1963, p. 21.
SCIACCA, M.F. La Filosofía y el concepto de Filosofía, Buenos Aires, editorial Troquel, 3ª Ed.
POPPER, K. R. "La lógica de las ciencias sociales" en La Disputa del positivismo en la sociología alemana. Grijalbo.1973. pp. 102-103.
LITTLEFIELD, ADAMS, /V. Jersey, 1962, p. 255.
ROUSTAN, Désiré. La Raison et la vie, P.U.F., 1946, Cap. I, pp.19-61.
"Una Introducción a la filosofía" en Los hombres detrás de las ideas. Fondo de Cultura Económica. 1978. p. 25.
The Structure of scientific revolutions. Foundations of the Unity of Science, University of Chicago Press, 1970, [1962] pp. 36-7.
La Escolástica soviética. Alianza Editorial, Madrid, 1969.
Philosophy in a New Key. Harvard University Press, 1957, (3ª Ed), Cap. I, pp.3-25.
Histoire et vérité. Ed. du Seuil, 1955, pp. 50-51.
La Philosophie analytique. Cahiers de Royaumont, n. IV Ed de Minuit, 1 962, pp. 292-3.
"Sis y Puedes", en Ensayos Filosóficos, Biblioteca de la revista de Occidente. 1975, p. 215.
POPPER, Karl. "Mi concepción de la filosofía", en En Busca de un mundo mejor. Paidós, Barcelona, 1994 [1984]. p. 231.
Conjectures, and Refutations, Routledge and Kegan Paul. 1963. p. 199.
Ibid., pp. 71-2.
Ibid., p. 73.
Ibid., pp. 72-3
Ibid., pp. 199.
Objective Knowledge, Oxford Clarendon Press, 1973, p. 39.
Ibid., p. 38. Conjectures and Refutations, p. 199.
Cap. V. Pregunta y Respuesta. Fondo de Cultura Económica, 1953 [1939], pp. 37-50.
ROUSTAN, D. La Raison et la vie. P. U F.
Presses Universitaires de Bruxelles, 1976 (3ª. Ed).
"L'Idéal de la rationalité et la régle de justice" en Le Champs de l'argumentation. Presses Universitaires de Bruxelles, 1970, pp. 313-314.
La Raison et la vie, p. 20.
Capítulo segundo
¿Qué es ser profesor de filosofía?
USTA, Bogotá, 1988, Biblioteca Colombiana de Filosofía, No 11.
Actualmente preferiría hablar de ella como noción confusa y, mi propuesta, una posible clarificación de la misma.
Autobiografía, F.C.E., 1953 (la edición inglesa es de 1939), cap V.
El autor Wilson es Neil L. Wilson quien en 1959, en un artículo de la Review of Metaphysics, titulado "Substrata", nº 12, pp. 521-539, inventó la expresión para hablar justamente de los textos que se presentan a nuestra lectura y que no hacen parte de nuestro "background" cultural. La red sirve para algo.
Esta investigación ha sido publicada con el título de Lenguaje, Comunicación y Verdad, Editorial Universidad del Valle, 1997.
Si hubiese escrito este artículo hoy hubiera debido referirme a la obra de A. Sokal y J. Bricmont, Imposturas intelectuales, Paidós, 1999, obra en la cual se enjuicia buena parte de la filosofía francesa contemporánea. Pero no se olvide que los mismos franceses han ayudado al norteamericano y al belga a desvelar las imposturas, p. ej, J. Bouveresse, Pierre Bourdieu y R. Boudon. No hay que olvidar tampoco que en los años 60 un gran lingüista francés, Georges Mounin en Introduction a la sémiologie. Editions de Minuit, 1970, desenmascaró el abuso de conceptos lingüísticos hechos por J. Lacan, R. Barthes, Lévi-Stauss y otros.
Capítulo tercero
Filosofía e historia de la filosofía
SELLARS, Wilfrid. Science and metaphysics. Variations on kantian themes. Routledge and Kegan Paul. London- New Yorrk, 1968, I, p.1. Puesto que me he tomado alguna libertad en la traducción, he aquí el texto original: "The history of philosophy is the lingua franca which makes communication between philosophers, at least of different points, possible. Philosophy without the history of philosophy, if not empty or blind, is at least dumb".
Doctrina trascendental de los Elementos, Segunda parte, Introducción, idea de una lógica general, I, A51, B75, 16-17: "Gedaken ohne Inhalt sind leer, Anschaungen ohne Befriffe sind blind".
"La historia de la ciencia y sus reconstrucciones racionales", cap. 2 de La metodología de los programas de investigación científica. Alianza Editorial, Madrid, 1983, p. 134. La edición inglesa es de 1978 y este ensayo data de 1971. Observe el lector que la consigna lakatosiana es algo más que una paráfrasis, puesto que hemos cambiado de registro: de la teoría del conocimiento, a la filosofía de la ciencia y a la historia de la ciencia; por esto, al comenzar este ensayo, he preferido hablar de analogía en el sentido que le dan a esta palabra los teóricos de argumentación Perelman y Olbrechts-Tyteca. La palabra paráfrasis la he subrayado.
Perelman, Chaïm. Justice et raison. Presses Universitaires de Bruxelles, 1963, cap. IV. Education et rhétorique, p. 115. Este ensayo data de diciembre de 1962.
Martinet, André. Éléments de linguistique générale. Armand Colin, 1967, § 5-23 y 5-24. Existe traducción española en Gredos.
Estas distinciones las establece Martinet a partir de las bases lingüísticas que las constituyen. Sabir sugiere la base latina de saber, y pidgin es una palabra cercana a business. Los subrayados son míos.
La expresión lingua franca la he encontrado en Los Nuevos ensayos de Leibniz, Libro III, capítulo II; V 1. Con esta definición también específica: "que sirve en el comercio del Mediterráneo, está hecha de la italiana, y, en ella no se observan las reglas de la gramática". Pero enseguida la usa en términos genéricos: "un dominico armenio con quien hablé en Paris, había aprendido de los suyos una especie de lingua franca, hecha del latín, que a mí me parecía bastante inteligible, aunque no tenía ni casos, ni tiempos, ni otras flexiones; y la hablaba con facilidad en virtud de la costumbre".
O. Ducrot y T. Todorov en el Diccionario enciclopédico de las ciencias del lenguaje (siglo XXI, séptima edición, 1981 [1974] consideran a sabir como genérico y al pidgin como el antecesor del criollo (créole) que ya es una auténtica lengua para satisfacer todas las necesidades, incluso literarias. El sabir, en cambio, "sólo se usa en relaciones episódicas con objetivos limitados (sobre todo, para el comercio) y no tiene estructura gramatical bien definida, permite yuxtaposiciones de palabras. No emplean la expresión lingua franca (pp. 76-77). Martinet, por el contrario, considera al pidgin como una especie de sabir, muy distintos del créole (lengua criolla) que es una lengua de cultura. El palenquero nuestro es un criollo. Para el palenquero Cfr. Willian W. Megenny. Instituto Caro y Cuervo. Bogotá, 1986.
Me temo que aquí hay un problema de clasificación que quiero dejar a los lingüistas, aunque me parece más coherente el planteamiento de Martinet.
La discusión sobre esta tesis chomskiana la he hecho en Lenguaje, comunicación y verdad. Editorial Universidad del Valle, Cali, 1997, cap. 3, Lenguaje y comunicación, pp. 51-66.
Los sistemas animales de comunicación a los que se refiere Chomsky son, sin duda, el de las abejas, los cornejos, que han sido bien estudiados (Cfr. Georges Mounin. Introduction à la sémiologie. Editions de Minuit, 1970, ensayo 3: Communication linguistique humaine et communication non linguistique animale). El padre G.H. Bougeant escribió Amusement philosophique sur le langage des bêtes (1739), mencionado por N. Chomsky. Lingüística cartesiana. Gredos, 1969, pp. 32-34. El uso simple del lenguaje lo ilustra Bloomfield con la historia
de Jack y Jill que cuenta en 2.2. y siguientes de Language. Holt, Rinehart and Winston. N.York, 1961. Y los juegos de lenguaje de Wittgenstein, son los mencionados en los parágrafos iniciales 1 a 10 de las Investigaciones filosóficas. Editorial Crítica, Barcelona, 1988.
Introductory Linguistics. Chilton Books, N. York, 1964. 119
pp. 376-377.
Traduzco background por trasfondo como lo hacen los traductores españoles con la misma palabra en el caso de Searle.
Robert A. Hall, Jr. es una autoridad lingüística en este campo pues trabajó por más de una década en el pidgin de Melanesia. Cuando la ONU pidió abolir el pidgin como consecuencia de su libro Hands off Pidgin English (1955), Hall reaccionó mostrando la importancia de estas "lenguas", porque permitían la comunicación entre comunidades que no se entendían de otra manera, y destacó su tendencia a la criollización. Cfr. Sara Bolaño. Introducción a la teoría y práctica de la sociolingüística. Trillas, México, 1982, pp. 80-81.
HJELMSLEV, Louis. Prolegómenos a una teoría del lenguaje. Gredos, Madrid, 1971, pp. 153-154. El lenguaje, Gredos, Madrid, 1971, pp. 129-130.
Esta idea me parece un antecesor interesante del principio de expresabilidad de J.R. Searle.
Hjelmslev, familiarizado con el filósofo danés, solo cita Kierkegaard.
Sin ahondar en el asunto que ya traté en un capítulo de Lenguaje, comunicación y verdad, El problema de la verdad, Editorial Universidad del Valle, 1997, la idea parece ser que Tarski, cuando construye su teoría semántica de la verdad, se restringe a lenguajes formales (lógicos y matemáticos), muy cautelosamente nos dice, "que nuestro lenguaje cotidiano no es, ciertamente, un lenguaje que posea una estructura exactamente especificada", y es difícil decir si es coherente o incoherente. Hjelmslev procede como si éste fuese incoherente y permite antinomias como la del mentiroso.
De todas maneras resalto el hecho que subraya Hjelmslev de la independencia del mismo descubrimiento -si es el mismo-, porque este hecho hay que destacarlo cuando se trata de la historia de la filosofía pues a veces encontramos coincidencias que no son necesariamente copias ni originadas la una en la otra.
Etiemble ha escrito una interesante obra consagrada a una cierta pidginización del francés con el inglés, pero lo que se está produciendo con ella es más bien una nueva lingua franca 2 producto de una criollización. Su título es muy diciente: ¿Parlez vous franglais?, que es sabir atlantique. Gallimard, 1964.
La analogía es una semejanza de relaciones y en la T.A de Perelman-Olbrechts se expresa bajo la forma A/B = C/D, que no es una proporción aritmética ya que las dos relaciones son asimétricas; la más conocida es el foro (premisa del razonamiento analógico), y la menos -aquella que se quiere aclarar con el foro- es el tema (o conclusión de dicho razonamiento). Por una convención de la teoría, el tema se presenta primero y luego el foro.
Así, por ejemplo, F. Cepeda Ulloa, uno de los politólogos del actual régimen político de Colombia, nos dice en El Tiempo del sábado 29 de noviembre de 2003, pp. 1-15, que: "Está bien que el presidente reviva la filosofía participativa que caracteriza la Constitución del 91".
En el mismo periódico, el 18 de noviembre del mismo año, pp. 1-19, apareció una caricatura sobre los fracasos de Maturana: "Comprobado: ¡Claro que "perder es ganar un poco..." Hay que ver el poco de madrazos que me estoy ganando!".
Disputas tusculanas, Libro V, cap. III (-). Biblioteca Scriptorum Groecorum et romanorum mexicana. U.N.A.M., 1987, pp. 93-84.
Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres. Traducción de José Ortiz y Sanz. Aguilar (Crisol, 184), 1966.4. Libro I, VIII, p. 30.
José Vélez Saénz (el hermano del filósofo Jaime Vélez), más modestamente se llamaba "filofilósofo". Por mi parte creo encontrarme entre el filofilósofo y el filósofo, una especie de "filoendoxo".
POPPER, Karl. El mundo de Parménides. Ensayos sobre la Ilustración presocrática. Paidós, 1999 [1993], pp. 40 y sigts. En todas o en casi todas las civilizaciones nos topamos con algún tipo de enseñanza religiosa y cosmológica, y en muchas sociedades nos encontramos con escuelas... Las escuelas primitivas poseen una estructura característica... lejos de ser lugares de discusión crítica, se imponían como tarea impartir una doctrina definida y preservarla pura e intacta. La misión de una escuela es transmitir a la generación siguiente la tradición, la doctrina de su fundador, su primer maestro. Una escuela así jamás admite ideas nuevas, pues éstas son herejías. La escuela pitagórica en Grecia es la que más se parece a este tipo de escuela, si es verdad lo que se dice de Hipaso de Metaponmto que fue ahogado en el mar por haber revelado el secreto de la irracionalidad de ciertas raíces cuadradas.
Pero, en general, los Jonios - y, Tales el primero- inventaron la tradición de la discusión crítica.
Este argumento se encuentra en Emile Bréhier. Historie de la Philosophie. Presses Universitaires de France, 1948. Fascicule supplémentaire. La philosophie en orient, escrito por Paul Masson.Oursel, p. VIII. Max Weber en la Introducción de la Etica protestante y el espíritu del capitalismo, hace una reflexión análoga pero más general sobre ciertos fenómenos culturales que sólo han nacido en Occidente. Ediciones Península, 1979, pp . 5-22.
Recientemente, el periodista Juan Manuel Santos recordaba que el adanismo o "hábito [tendente a tara] de comenzar una actividad cualquiera como si nadie la hubiera ejercido anteriormente", no es sólo un mal de filósofos, sino también de políticos en este país consagrado al Corazón de Jesús después de la Guerra de los Mil días.
Ochoa, Luis Noé, en El Tiempo, sábado 29 de noviembre de 2003, "Carta a San Pedro" en su columna "El Arca de Noé", pp. 1-14.
Cfr. Apéndice II: "Whitehead y la filosofía occidental como notas en pie de página a la filosofía de Platón".
Cfr. Christian Shumacher. Acerca del pensador profesional, en Ideas y valores, nº-104, agosto de 1997, pp. 20-28. En realidad el autor emplea la expresión "filosofía por trocitos" que parece caracterizar indiferentemente la "filosofía analítica" y la "filosofía científica". Conjeturo (y nada más) que es una adaptación más o menos laxa de la expresión popperiana "piecemeal engineerring" o ingeniería fragmentaria, que Popper opone a la "ingeniería utópica" u "holística".
Vale anotar que este ensayo-conferencia desató una discusión de interés entre los filósofos de la Universidad Nacional - sede Bogotá, patrocinada por el capítulo bogotano de la Sociedad Colombiana de Filosofía. Más adelante me referiré a algunas de las intervenciones en este debate.
Una lectura reciente me lleva a pensar que la escritura filosófica aforística tiene origen en Epicuro (342, 341-270 a.C), pues en él se originan las colecciones de máximas llamadas Logoi o logia que fueron muy populares después entre los griegos. Valga anotar también que fue el iniciador del género filosófico epistolar. Cfr. Epicuro. Obras, traducción, estudio preliminar y notas de Monserrat Camps y Francesca Mestre. Altaya, Barcelona, 1994. pp. XVII-XVIII.
347 de la edición de León Brunschvicg. Classiques Hachette, 19 68.
358.
294.
277.
206.
77. Traduzco chiquenaude por capirotazo y no por papirotazo, porque ese es el término correcto para "el golpe que se da, generalmente en la cabeza, haciendo resbalar con violencia, sobre la yema del pulgar, el envés de la última falange de otro dedo de la misma mano" (DRAE). En Colombia le decimos a lo mismo papirotazo.
En el El arte de insultar, Antología preparada por J. Fernández y J, Mar-Domingo. Edaf (259), 2000, pp. 61-62.
Op. Cit., p. 128.
Así hablaba Zaratrusta, prólogo, § 2 al final. Por supuesto que el primer pasaje donde se encuentra esta constatación es la Gaya Ciencia (1882). Heidegger tiene un comentario bastante lúcido y menciona algunos antecedentes. Cfr. M. Heidegger. Sendas perdidas. Editorial Losada, B.Aires, 1960, "La frase de Nietzsche: "Dios ha muerto", pp. 175-223.
Tratatus lógico-philosophicus, 7. vale anotar que este mutismo no es patológico sino una decisión tomada después de hablar mucho y muy bien.
AYER, Alfred J. Wittgeinstein, Editorial Crítica, 1986[1985], p. 46. Una muestra de este error, el de atribuir la afirmación de Ramsey como crítica a Wittgenstein, se puede ver en una obra reciente de Nicholas Feran, Zenón y la tortuga. Grijalbo, Barcelona, 2003 [2001], p. 155. Por lo demás, la traducción del pasaje de Ramsey es espantosa: "lo que no puede decirse no puede decirse, y ni siquiera anhelarse". Llamo la atención sobre esto porque hay un descuido de traductores y editores españoles en las traducciones de los autores ingleses y norteamericanos.
RAMSEY, Frank P. The foundation of mathematics and logical essays. Routledge and Kegan Paul, Londres, 1965 [1931], IX, Last Papers (1929), B. General propositions and causality, p. 238.
En Lenguaje, comunicación y verdad. Editorial Universidad del Valle, 1997, El problema de la verdad, §2, pp. 129-132, me refiero a esta historia.
WRIGHT MILLS, C. La imaginación sociológica. F.C. Económica, 1961. Apéndice: sobre la artesanía intelectual, p. 232. Por supuesto que este estilo no es invento criollo. Para cerciorarse consúltese esta declaración de Heidegger que es algo más que una exageración: "sólo quien haya pensado real y detenidamente este escrito [Reglas para la dirección del espíritu], radicalmente parco, hasta en sus rincones más recónditos y fríos, está en condiciones de tener una idea de lo que pasa en la ciencia moderna". M. Heidegger. La pregunta por la cosa. La doctrina kantiana de los principios trascendentales. Editorial Alfa, B. Aires, 1975. p. 92.
Lo que no se le tolera al filósofo profesional, sí se le perdona al literato, por ejemplo, este párrafo de H. Miller en Trópico de cáncer (cap. IX) "Se requiere más concentración de espíritu [en un corrector de pruebas] para descubrir una coma que falta, que para resumir la filosofía de Nietzsche". A veces hasta se ve con simpatía esta declaración de Juan Manuel Roca que da a El Tiempo (25 de noviembre de 2003):
"soy un amante de la fragmentación, me gustan los aforismos, el pensamiento nietzscheano, la filosofía de Ciorán, que no es un discurso que se va desenrollando ordenadamente, sino, como es la vida moderna, que está hecha de momentos, de fragmentos, de sucesos.
Sin embargo, esta otra afirmación de un historiador de las ideas, a propósito del mismo Nietzsche, no debe desdeñarse: "Toda su obra es una serie de aforismos, y está llena de una cantidad poco común de lugares comunes". Crane Brinton. Las ideas y los hombres. Historia del pensamiento de Occidente. Aguilar, 1966. p. 466.
Esto vale para el filósofo colombiano Nicolás Gómez Dávila. Escolios a un texto implícito, Selección, Villegas editores, 2001, de quien hay que reconocer algunos puntillismos lúcidos, pero quien, sin embargo, se cura en salud cuando nos dice que "la soledad es el laboratorio donde los lugares comunes se verifican" (p. 70), y "cuando un lugar común nos impresiona creemos tener una idea propia".
Op. Cit., p. 210. He modificado un poco la letra pero no el espíritu del pasaje de W. Mills, para adaptarlo a la especificidad de la filosofía.
La segunda acepción del DRAE lo permite: "persona o animal que guía o acompaña a otra necesitada de ayuda".
Cfr. Diccionario de lingüística dirigido por Georges Mounin. Editorial Labor, Barcelona, 19082, p. 101.
El Corpus, según el mismo diccionario, es el "conjunto de enunciados escritos o registrados que se utiliza para la descripción lingüística". El corpus siempre es limitado, es una muestra, en principio es intangible para evitar que el lingüista modifique los datos para confirmar ad hoc alguna teoría preconcebida, pero esto no excluye revisiones, limitadas en el tiempo, para verificar hechos o colmar lagunas. Ibid., p. 48.
HEIDEGGER, Martín. Sendas perdidas, Ed. Losada, B. Aires, 1960. La sentencia de Anaximandro, pp. 269-312.
Un personaje colombiano que leyó y "trivializó inescrupulosamente la filosofía de Heidegger y su metodología" es Daniel Ceballos Nieto, del que Rubén Sierra M., quien lo conoció bastante bien, dice "es un caso extremo de ese abuso y de esa trivialización cuando ofrece una interpretación heideggeriana de San Agustín, con la cual, al pretender adoptar para el español el recurso metodológico de las etimologías, se convierte en un modesto discípulo de San Isidoro de Sevilla". Cfr. Rubén Sierra Mejía. Ensayos filosóficos. Instituto Colombiano de Cultura (Colección Autores Nacionales), 1978, p. 112.
Alguna vez el filósofo bolivariano Arango Ferrer me dijo que en manos de Ceballos Nieto, "aguardiente" fácilmente podía convertirse, por el juego etimológico, en aquel que "aguarda al ente".
"Back to Presocratics", en Conjectures and refutations, 4, pp. 136-165.
El mundo de Parménides. Ensayos sobre la ilustración presocrática. Paidós, Barcelona, 1999.
NIZAN, Paul. Les matérialistes de l'antiquité, Maspero, Paris, 1968.
Ha sido traducida por Juan David García Bacca. Universidad Central de Venezuela. Dirección de Cultura. Caracas, 1973. Hace unos años conocí esta joya por un regalo que me hizo el colega Renán Silva. Y puesto que es mejor que sobre la información, y no que falte, sugiero al lector la obra del marxista norteamericano George Novack. The origins of materialims, Pathfinder Press, N. York, 1972, tercera edición [1965], que es una síntesis escolar del materialismo grecorromano desde los comienzos de la filosofía griega hasta el siglo II d. C. Tiene el sello del marxismo (trotskista) ilustrado norteamericano.
Cfr. Les catégories en historie, estudios publicados por Chaïm Perelman. Editions de l'Institut de Sociologie. Université de Bruxelles, 1969.
Godefroid Kurth, nos dice el autor del ensayo "Moyen age", publicó en 1897 con título ¿Qu'est ce le moyen age? en el que hace el planteamiento mencionado y negando que haya una Edad Media propiamente dicha. No hemos podido saber más de este personaje, porque no hay ninguna noticia de él en la Enciclopedia Británica, ni en otros diccionarios enciclopédicos consultados.
Op. Cit. Ch. Perelman. "Sens y categories en Historie", pp. 144-145.
Ibid., p. 146.
Op. Cit., Claire Preaux. "Reflexions sur l'entité hellenistique", pp. 17-25.
Op. Cit., F. Vercauteren. "Le Moyen Age", pp. 29-39.
Op. Cit., François Masai. "La Notion de Renaissance. Equivoques et malentendus", pp. 57-86.
HEGEL, G.W.F. Lecciones sobre historia de la filosofía, I y II. Fondo de Cultura Económica, 1955.
MOSTERÍN, Jesús. Historia de la Filosofía. La filosofía griega prearistótelica. Alianza Editorial, Madrid, 1996.
En este fascículo no da ninguna explicación de por qué cambia la periodización; pero, quizás, algunas cosas que dice en el prólogo del 4 -sobre Aristóteles-explica el hecho: Aristóteles es el primer filósofo sistemático y "fue fundador de casi todas las disciplinas filosóficas y de unas cuantas no filosóficas..."; era al mismo tiempo "lógico, metodólogo, crítico literario, experto en publicidad, físico, astrónomo, zoólogo, historiador, autoridad en derecho comparado y muchas cosas más. Si de pronto resucitase, probablemente se sentiría igualmente a gusto en cualquiera de las facultades de nuestra universidad, aunque -si tuviese que elegir- quizás prefiriese quedarse en la de biología". Alianza Editorial, 1984, pp. 7-8.
De hecho, fue la obra enciclopédica de Aristóteles la que sirvió de base para la fundación de las universidad medievales. Cfr. Alexandre Koyré. Estudios de Historia del pensamiento científico. Siglo XXI, México, 1978 [1973, en francés] "Aristotelismo y platonismo en la Filosofía de la Edad Media", sobre todo, pp. 21-22.
FRAYLE, O.P. Guillermo. Historia de la Filosofía II; con el subtítulo que acabo de citar. B.A.C., Madrid, 1960.
Platón aborda específicamente el tema de los sofistas en Gorgias, Protágoras, Hipias Mayor e Hipias menor, y, de manera ocasional, en muchos otros diálogos, p. ej., La República. Cfr. Eugène Dupréel. Les sophistes. Protágoras, Gorgias, Prodicus, Hippias. Editions de Griffon. Neuchatel, 1980 (reeditado después de 30 años de olvido). A esta obra siguieron otras del italiano. Mario Unter-Steiner. I Sofisti. Bruno Mondadori, Milan, 1996 (3ª edición) [1949] [1969] y Jacqueline Romilly. Los grandes sofistas en la Atenas de Pericles. Seix Borral, 1997 [1988].
HEGEL, G.W.F. Lecciones sobre la Historia de la Filosofía, II. Fondo de Cultura Económica, México, 1977 (Traducción de W. Roces), p. 11.
Op. Cit., p. 11.
Op. Cit., p. 11.
Cfr. G.W. LEIBNIZ, Principes de la nature et de la Grâce fondés en raison, y Principes de la philosophie ou Monadologie, editados por A. Robinet. Presses Universitaires de France, Paris, 1954. Essais de theèodicée sur la bonté de Dieu, la liberté de l'homme et l'origine du mal. Garnier- Fllammarion, Paris, 1969.
La palabra Teodicea (Justicia o Justificación de Dios) es un invento de Leibniz y con este concepto se quiere justificar a Dios de la existencia del mal en el mundo. Algunos filósofos neoescolásticos de fines del siglo XIX y comienzos del XX lo adoptaron como parte de la Teología Natural.
BLANCHÉ, Robert. La logique et son historie d'Aristote a Russell. Armand Colin, Paris, 1970, pp. 202-204.
RUSSELL, Bertrand. Exposición crítica de la filosofía de Leibniz, en B. Russell, Obras completas, tomo II. Aguilar, Madrid, 1973, pp. 159-375 [publicado en 1900].
COUTURAT, Louis. La logique de Leibniz, Paris, 1901 y Opuscules et fragments inédits de Leibniz, publicado por L. C, Paris, 1903.
Tomo la palabra devoción en su doble sentido secular y religioso: como "inclinación y afición muy especial" y "fervor religioso".
El diptongo au del francés es con frecuencia una transformación histórica de la sílaba al. Esto es lo que hace que a la lógica y la gramática de A. Arnaud -el mismo que objetó a Descartes y tuvo correspondencia con Leibniz-, se les llame arnaldianas (arnaldiennes). De hecho, el adjetivo que usan los franceses del pensamiento de Foucault -donde todavía persiste de la l, puesto que la ortografía francesa es condenadamente arbitraria-, es foucaldien (ne).
Esta lectura fue -y sigue siendo popular- después de la publicación de La disputa del Positivismo en la sociología alemana. Grijalbo, Barcelona-México, 1973: La edición alemana es de 1969.
Cfr. Jacques Derrida. De la gramatología, siglo XXI Argentina editores S.A, 1971 [1967] segunda parte: Naturaleza, Cultura, Escritura, pp. 127-397.
HEGEL, G.W.F. Lecciones sobre la Historia de la Filosofía, I. Fondo de Cultura Económica, México, 1955 [1833], pp. 258-276.
Un filósofo alemán de estirpe popperiana, Hans Albert. Tratado sobre la razón crítica. Editorial Sur, B. Aires, 1973 [1968] (versión de Rafael Gutiérrez Girardot), p.223, nota 5.2, dice al respecto:
"Tenemos hoy una inflación de los planteamientos llamados trascendentales, sin que, en general, ni se haya explicado ni la peculiaridad de estos planteamientos, ni dado un punto de apoyo para la especie de posibles respuestas. Basta ya con una forma abierta de este modelo de pregunta: ¿Cómo es posible...?, colocando un concepto cualquiera para provocar la reacción de que tenemos a la vista una pregunta trascendental. Nombrando ciertas preguntas de esta especie como problemas trascendentales, logramos, en el mejor de los casos, que su solución se retrase porque ya mediante esta ordenación filosófica se está exento del esfuerzo de aplicar conocimientos y métodos científicos".
Aunque el DRAE trae como segunda acepción de prometer, "Asegurar la certeza de lo que se dice", no es una expresión común entre nosotros. Así, por ejemplo, la expresión "Les prometo que me persigue" que he encontrado al menos tres veces en la traducción española de la obra El hombre invisible del inglés H.G. Wells -Ediciones Juan Garnica, Barcelona, 1987- me suena más a anglicismo.
Valga anotar finalmente, para que no queden dudas sobre el asunto, que Searle es muy cuidadoso en distinguir los actos ilocucionarios y los verbos ilocucionarios, cosa que no siempre logró hacer Austin.
El traductor al español de Mind, language and society; Philosophy in the real world. Masterminds, N.York, 1999 [1998], Jesús Alborés, Mente, lenguaje y sociedad, Alianza Editorial, 2001, p. 134, traduce vow por juramento y lo pone al lado de las promesas, pero, aunque este verbo tiene ese significado derivado, su primera acepción es la de hacer votos (que tiene una connotación religiosa) y es una promesa enfática y ritualizada como lo es jurídicamente el juramento: una afirmación enfática. Sea esta obra otra ocasión para poner en alerta al lector con las ediciones y traducciones hispanas de nuestros precisos filósofos anglosajones.
Searle reconoce la influencia de Wittgenstein como reto a su propia tradición.
Editado por The University of Chicago Press, 12ª edición, 1970. En el texto de Morris, la dimensión sintáctica aparece de tercera después de la semántica, pp. 6-7.
p. 7.
Morris se deslinda de Watson y establece algunos matices, pero se reafirma en su conductismo.
The University of Chicago Press, 1947, Supplement, E. On some concepts of pragmatics, pp. 248-250.
Antes había usado la expresión, tomada de Morris en Introduction to semantics, Harvard University Press, Cambridge (Massachussets), 1942.
Editada por John R. Searle, Ferenc Kiefer y Manfred Bierwisch. Reidel Publishing Company, Dordrecht, 1980.
Op. Cit., p. IX.
Op. Cit., pp. IX-X.
De Jerrold J. Katz, cfr. Propositional strcuture and illocutionary force.
Crowell and Co, N. York, 1977.
La edición de Harvard University Press, 1980, es más conocida entre nosotros.
Ibid., pp. IX y X.
Los fenomenólogos, seguidores del último Husserl, las llamarían dentro de su tradición, experiencia antepredicativa.
Ibid., X y XI.
Ibid., XI. Sería preciso mencionar otra, una cuarta tradición, que tiene origen también en Morris, cual es entender la pragmática en el sentido retórico pues la "retórica puede ser considerada como una forma temprana y restringida de la pragmática" (Op. Cit., p. 30), que al combinarse con la teoría de los actos lingüísticos, se convierte en el estudio de los efectos perlocucionarios que pueden lograrse mediante las emisiones lingüísticas.
El método de análisis de los campos semánticos (sprachlichen feld) fue elaborado por el alemán Jost Trier (1931); él permite mostrar que la articulación de una misma familia de nociones -o grupo de nociones emparentadas-, puede variar según las lenguas o los estados sucesivos de una misma lengua. Este método es uno de los desarrollos que muestran el valor del enfoque estructuralista del lenguaje, además de la fonología estructural de Troubetzkoi. Cfr. Stephen Ullman. Semántica. Introducción a la ciencia del significado. Aguilar, Madrid, 1967 [1962]. Allí distingue entre los campos asociativos (idea de Ch. Bally) y el campo semántico propiamente dicho. Cfr. También John Lyons. Structural semantics. An analysis of part of the vocabulary of Plato. Blackwell, Oxford, 1969 (cap. VII, el significado de techné, episteme y sophia, en Platón).
Philosophical writings of Peirce seleccionados y editados por Justus Buchler, Dover, N. York, 1955 [1940], 11. Adduction and induction, pp. 150-156.
Wittgenstein, Ludwig. Investigaciones filosóficas. UNAM; 1988 (traducción de Alfonso García Suárez y Ulises Moulines).
Este coloquio fue publicado en Ideas y valores, números 66-67, abril de 1985. La ponencia que comento está en las pp. 5-20.
Existen otros diccionarios de autores; uno de los más conocidos es el de Etienne Gilson. Index scolastico cartésien, que fue parte de su tesis doctoral, presentado en 1913, reeditado por Vrin, Paris, 1979.
La única falla del artículo del profesor Gutiérrez es que entre las 63 notas bibliográficas, no aparece mencionado el Lexikon de Eisler.
P. ej, Jacques Derrida. Limited Inc, a b c... The John Hopkins University Press, Baltimore and London, 1977.
Edición de Minuit, 1980.
Foucault, M. La arqueología del saber, siglo XXI, 1970 [1969], III-I "Definir el enunciado", pp. 131-145.
Debo anotar que la presentación que hace Jacques Bouveresse de Searle es bastante buena. Cfr. La parole malheureuse De L'alchimie linguistique à la grammaire philosophique. Editions de Minuit, 1971. Cap. VIII: Signification, actes propositionnels et actes illocutionaires, pp. 349-395.
No es extraño, puesto que él (en tanto discípulo de Jules Vuillemin y G. G. Granger), tiene un conocimiento directo y le tiene simpatía a la filosofía analítica.
El caso de los lingüistas Ducrot y Rècanati habría que estudiarlo por aparte.
Es curioso observar que en 1970, el lingüista Georges Mounin -un lingüista muy estructuralista, pero de una honradez a toda prueba- les llamaba la atención a pensadores como Cl. Lévi-Strauss, J. Lacan, R. Barthes, por su uso abusivo de la lingüística, cfr. Introduction à la sémiologie. Les editions de Minuit, Paris, 1970. En una obra posterior, Lingüística y filosofía, Gredos, Madrid, 1979, cuya edición francesa es de 1975, le hace la misma reconvención a L. Althusser y a P. Ricoeur.
Cfr. Bryan Magee. Los grandes filósofos. Cátedra, Madrid, 1990 [1987], pp. 248-249. Debo anotar también que tempranamente había leído a Kierkegaard cuya lectura recomendaba a sus alumnos. Cfr. Amelia Valcárcel. Etica contra Estética. Grijalbo Mondadori, Barlona, 1998, pp 16-17. La autora remite a R. Rhees. Recuerdos de Wittgenstein. FCE, 1989 [1981].
Warnock, G. J. Berkeley. Pinguin Books, 1969, p. 16. También leyó a Newton, cuyo filósofo de referencia también era Locke.
Bréhier, Emile. Histoire de la Philosophie, 2 volúmenes publicados entre 1926 y 1930. Posteriormente ha habido varias ediciones revisadas y aumentadas. Hay traducción española.
Copleston, Frederick. Historia de la Filosofía, 9 volúmenes. Editorial Ariel, Barcelona, 1969-1984.
Überweg, Friedrich. Grundriss der Geschite der Philosophie, 3 volúmenes publicados entre 1863 y 1866. La décima segunda edición es de 1923-1928 en 2 volúmenes. Una edición llamada "Nuevo Überweg", producto de una trabajo de equipo, comenzó a publicarse en 1983.
Frayle, O.P. Guillermo. Historia de la Filosofía, tres volúmenes. Publicados entre 1956 y 1966. Biblioteca de autores cristianos (B.A.C), Madrid.
Según Ferrater Mora en su Diccionario, Diógenes Laercio en el Proemio (21) de su conocida obra -ya mencionada- habla del filósofo Potamón de Alejandría -63 a.C- 14 d.C- que hizo una selección de los mejores opiniones de cada escuela. Así introdujo lo que Diógenes Laercio llama ekleketikh airesis, es decir, escuela o secta "seleccionadora" (ekleyein es seleccionar, elegir, recoger).
En el siglo XIX es conocido como filósofo ecléctico por antonomasia a Víctor Cousin (1792-1867) quien, agrega Ferrater, en el Discurso preliminar de su obra "De lo verdadero, de lo bello y del bien"; se define así: "No aconsejo, ciertamente, ese ciego sincretismo que perdió a la escuela de Alejandría y que intentaba aproximar por la fuerza los sistemas contrarios. Lo que recomiendo es un eclecticismo ilustrado que, juzgando con equidad e, inclusive, con benevolencia, todas las escuelas, les pida prestado lo que tienen de verdadero y elimine lo que tienen de falso. Puesto que el espíritu de partido nos ha dado tan mal resultado hasta el presente, ensayemos el espíritu de conciliación". Por lo demás, el eclecticismo no es un sincretismo si entendemos a éste como la tendencia a fusionar elementos simplemente por el deseo de fusionarlos".
Sobre la actitud de Leibniz, que es un poco diferente, cfr. André Robinet. Leibniz et la racine de l'existence. Editions Seghers (Philosophes de tous les temps), 1962, pp. 78-79.
The philosophy of Karl Popper, The library of living philosopher, editado por A. Schilpp. Open Court, La Salle, Illinois, 1974, book II, Replies to my critics, pp. 978-977. Los subrayados son míos.
Austin, J.L. Cómo hacer cosas con palabras. Paidós, Barcelona, 1990, Conferencia III, al final, p. 80. Subrayados míos.
Ducassé, Pierre. "Le Positivisme", en Tableau de la philosohpie contemporaine, II, Historie de la philosophie européenne, de 1850 a 1957, editado por Alfred Weber y Denis Huisman., Editions Fishbacher, Paris, 1957, pp. 23-24. Subrayados míos.
Cfr. Lenguaje, comunicación y verdad. Editorial Universidad del Valle, Cali, 1997, segundo ensayo "La lingüística cartesiana de Chomsky. Una reconstrucción ad hoc", pp. 27-50.
Pinker, Steven. El instinto del lenguaje, Alianza Editorial, 2001 [1994], pp. 22 y ss.
Cada vez más olvidada por los éxitos de la teoría.
Experimentum crucis es el nombre canónico que se le ha dado posteriormente. La expresión de Bacon es "instantia crucis", Novum Organum, II, 36.
Novum Organum, I, XLVI.
Paidós. Barcelona, 1997 [1994].
En mi Popper y la teoría de la verdad manifiesta, en Semana del Pensamiento Filosófico, Popper: Los grandes debates del siglo XX. U.I.S., Facultad de Ciencias Humanas, Escuela de Filosofía, Bucaramanga, año 3- Nº 3, octubre 2002, pp. 43-61, hago esta corrección que me permite dejar en claro como prohibición intelectual que "no debemos confundir el conocimiento con nuestra crasa ignorancia".
Dejo sí en claro que mi int erpretación popperiana de Pascal queda en pie, "hasta nuevas conjeturas", ya que Pascal reconoce -por las razones que sabemos-, que la verdad no es manifiesta.
Cito la traducción francesa Introduction à la Philosophie. Librairie Plon, 1965, Apéndice II, pp. 161-163.
Recordemos que estas fueron las máximas de la lógica de sentido común que proponía E. Zuleta.
Alguno de mis colegas consideraba que los "encuentros" (rencontres) era algo inédito, intraducible en el pensamiento "nomade" de Gilles Deleuze. Algo parecido pensaba de la "écriture rhizomatique", hasta que otro colega le mostró en el libro de Botánica y Zoología del Hermano Daniel, una raíz de yuca, lo que, parece, le permitió entender la metáfora.
De hecho las lenguas ordinarias son intertraducibles con mayor o menor esfuerzo, pues "todo lo que uno puede querer decir, puede decirlo". Una de las cosas que hay que abonarle a Ortega y Gasset y a su Revista de Occidente, es el hecho de haber dotado a la lengua española de un léxico filosófico.
Por lo demás las traducciones son corregibles. Mis colegas colombianos que hasta hace poco utilizaban el galicismo "develamiento" (del ser o de cualquier cosa), ahora escriben sin rubor desvelamiento que es una palabra castiza y una bella metáfora para los que velan y los que duermen.
Como irónicamente llamaban algunos de mis colegas historiadores de la pedagogía a lo que para ellos era un literal vade mecum.
Esta idea es ajena. Se encuentra en la Metafísica de Aristóteles, Libro 2º(a) 993ª, 30-33 y 993b, 1-18. "La investigación de la verdad es difícil, en un sentido, y fácil en otro. Esto lo prueba que no pueda alcanz arse adecuadamente, ni nunca estar totalmente alejado de ella. Cada filósofo tiene algo que decir sobre la naturaleza. En sí mismo este aporte, sin duda, no es nada o muy poco, pero el conjunto de todas las reflexiones produce resultados fecundos... No hay que dar las gracias tan sólo a aquellos cuyos puntos de vista compartimos, sino también a quienes han tratado los problemas con cierta superficialidad. También estos han contribuido con algo al saber: ejercitaron nuestro espíritu crítico...". En el libro 3º(B), 1, 995ª, 21-39 y 995b, 1-4, compara Aristóteles la investigación filosófica con la del juez que escucha el alegato de la parte y de la contraparte.
Ediciones Era, México, 1996 [1928].
Editorial Cátedra, 1970, p. 281. cfr. Los pasajes siguientes de Magee y Dreyfus.
Niemeyer Findlay, John. Reexamen de Hegel. Ediciones Grijalbo, Barcelona-México, 1969. Dice el autor en el prefacio:
"... quiero testimoniar mi gratitud a mis colegas de la Universidad de Londres A.J.Ayer y H.D. Lewis por sus sugerencias y críticas, y al profesor Ayer por haber sido el primero en animarme a escribir este libro ".
Este reconocimiento, o este otro de un egiptólogo-lingüística, sobre una recomendación de B. Russell, creo que son difíciles de encontrar en un filósofo francés o alemán, máxime cuando ese trabajo puede contribuir a desmoronar las bases de su propia idea del lenguaje:
"El impulso real para escribir este libro lo recibí del Doctor Bertrand Russell... A propósito de un intento un poco crudo de descripción y análisis de un artículo aceptado para la publicación... El Dr. Russell opinó de que los contenidos podían muy bien constituir el núcleo de un libro" A-Gardiner. The theory of speech and language. Oxford Clarendon Press, 1963, reimpresión de la 2ª Ed., de 1951; la primera es de 1932; Acknowledgements, p. IX.
Critique. Jacques Bouveresse: Parcours d'un combatant. Agosto-Septiembre 1994. tomo L- Nº 567-568, Anne Lewis-Loubignac. "La Première classe", p. 555.
Pero también hay ascetas, mártires y muchos que han preferido la pobreza y la exclusión por no renunciar a sus ideas.
Ideas y valores, Agosto de 1997, Nº 104.
Nº citado, p. 92.
Jaspers, K. Op. Cit., pp. 182-184. El oráculo se nos convierte en informante nativo (el único informante nativo).
POPPER, Karl R. Objetive knowledge. Oxford Clarendon Press, 1973 [1972], cap. 2., p. 41.
Recomiendo a mis lectores meditar mucho el ensayo de Lisímaco Parra. Trabajo filosófico y comunidad filosófica, Ideas y Valores, n. 104 de 1997, que es su contribución al debate sobre la "filosofía por pedacitos". Creo que pone el dedo en la llaga de muchas taras de nuestra cultura filosófica subdesarrollada.
Cfr. pp. 67-78.
Kant, I. Crítica de la razón pura (trad. De José del Perojo), Editorial Sopena, B. Aires, 1942. Introducción, IV, pp. 79-80. Cito esta edición porque la de la Editorial Losada, que fue la que leí en mi juventud hace años, pasó, con mi consentimiento, a otras manos.
Kant, Immanuel. Logique. Vrin, Paris, 1970, traducción de L. Guillermit, § 36, p. 121.
Cassirer, Ernst. El problema del conocimiento en la filosofía y la ciencia moderna, II. Fondo de Cultura Económica, México, 1986, pp. 630-632.
Newton, I. Principios matemáticos de la filosofía natural. Ed. Wolfers, p. 381 (es la citada por Cassirer).
Voltaire. Elementos de la filosofía de Newton. Introducción, traducción y notas de Antonio La Fuente y Luis Carlos Arboleda. Editorial Universidad del Valle, 1996. Tercera parte, cap. XII. Conclusión. Allí dice Voltaire:
"1º. Existe un poder activo que imprime en todos los cuerpos una tendencia hacia los otros" y termina diciendo que la atracción es una de las muchas propiedades que conocemos de la materia -que aún tiene más propiedades de las que conocemos-, pp. 201-202.
Antes, en el Capítulo VII de la misma parte tercera, había afirmado: "... la gravedad no está tan sólo en la masa total de cada planeta, sino en cada parte de esta masa y, por lo tanto, que no existe un átomo de materia en el universo que no esté provisto de tal propiedad". p. 172.
Sin embargo, Voltaire, siguió siendo consecuente con la idea de Newton, y, a su pesar, de Descartes, pues en sus Diálogos de Evémero, la última obra que escribió, reconoce que la atracción es una "fuerza oculta" o "cualidad oculta", "el gran arquitecto del mundo nos ha permitido medir, calcular y pesar algunas de sus obras, pero no nos permite descubrir sus resortes primeros...; pero dudo que alguna vez pueda descubrirse cuál es la fuerza secreta que está detrás de Occidente a Oriente. Se calculará la caída de los cuerpos, pero ¿se encontrará la razón primitiva de la fuerza que les hace caer?" Comienzos del Quinto Diálogo y comienzos del Noveno.
Principios de la Filosofía, III, 3: "Las cualidades sensibles sólo están en nosotros; en los cuerpos sólo hay movimientos y figuras que causan esos sentimientos".
Principios, IV, 187 y 179-198.
Mersenne, A. 20 de abril de 1646. También Sextas respuestas (p. 88 y ss de la edición de Alquié). En éstas, Descartes se explaya en los inconvenientes de la noción (confusa) de pesantez.
Elizabeth, A. 21 de mayo de 1643, pp. 291-292 de la edición de Alquié.
Principios, III, 1. Cuando Descartes niega que podamos conocer los fines de la naturaleza, no afirma, sin embargo, que no existan; al contrario, los supone.
Principios, III, 3, Esto lo explica a Chanut, 6 de junio de 1647.
Principios, III, 2
Principios, I, 28.
Principios, IV, 188.
Principios, IV, 203.
Principios, IV, 188 y a X..., 1643..
Principios, II, 64.
Principios, II, 37.
Newton, Isaac. Principios matemáticos de filosofía natural. Estudio Preliminar y traducción [del latín] de Antonio Escohotado. Tecnos, Madrid, 1987. Escolio general, p. 621.
Op. Cit., loc. Cit., pp. 620-621.
KoyrÉ, Alexandre. Etudes newtoniennes. Editions Gallimard, 1968 [1964], pp. 86-242. cfr. Sobre todo, pp. 93 y 94.
Cfr. Por ejemplo, Gaston Bachelord. Le nouvel esprit sicentifique. Presses Universitaires de France, 1973, cap. I, pp. 23-44. 132
Mach, Ernest. Desarrollo histórico-crítico de la mecánica. Espasa Calpe, B. Aires, 1949, traducción de la 7ª Ed. alemana de 1883, pp. 163-165.
El jansenismo está vinculado íntimamente con Port Royal. Tiene origen en Jansenio (Jansenius o Cornelis Jansen), profesor de Lovaina (1630) y obispos de Ypres (1636). Publicó una obra intitulada Agustinus, seu Doctrina sanctu Agustíni de humanae naturae sanitate aegritudine, medicina adversus Pelagianos et Marsiliensis, hacia 1640. En ella Jansenio se opone a los "modernos pelagianos" que defendían una concepción "optimista" del hombre, y reducían o negaban el poder o eficacia de la gracia divina. Jansenio insisitía en la corrupción del hombre por el pecado original. Estas ideas se ven claramente desarrolladas por Arnauld, Nicole y, sobretodo, por Pascal, y, como es obvio, tienen origen en San Agustín.
Libro II, capítulo 3.
Meditaciones metafísicas con objeciones y respuestas. Introducción, traducción y notas de Vidal Peña, Alfaguara, Madrid, 1997, p. 162.
Op. Cit., p. 179.
Descartes a Mersenne, 15 de noviembre de 1638, citada por G. Lewis, p. 1087 (Cfr. Más adelante).
Colvius, A. 14 de noviembre de 1638, Edición de F. Alquié, II, p. 282. Los pasajes mencionados por Mersenne y Colvius son de La ciudad de Dios, Libro XI, capítulo XXVI.
Después de la publicación de las Meditaciones, diversos autores, p. ej, el padre Mesland (3 de mayo de 1644) y el mismo Arnauld (junio de 1644) vuelven sobre el asunto, con un nuevo pasaje de Sobre la Trinidad, libro X, pero
Descartes guarda silencio.
Pascal, B. De l'esprit de Géométrie, en Pensées et opuscules, publicados por León Brunschvicq. Classiques Hachette, Paris, 1968, pp. 191-193.
Blanchet, Léon. Les Antécédents historiques du "je pense, donc je suis". Librairie Félix Alcan, Paris, 1920.
Op. Cit., p. 27.
Por lo demás no es episódico, ni aislado, sino algo que es recurrente en las obras de San Agustín: De libero arbitrio, libro II, capítulo 3; De civitate Dei, Libro X, Capítulo 26; Los Soliloquia, Libro II, capítulo 1, y, sobre todo, De Trinitate, Libro X, capítulo 100, que son los pasajes que los diversos corresponsales señalaron a Descartes. Cfr. Op. Cit., p. 27. A éstos, E. Gilson agrega el de De vita beata, II; 2, 7 donde Agustín formula por primera vez "una forma reconocible del argumento que conducirá al cogito de Descartes". cfr. Etienne Gilson. Introduction à l'étude de Saint Augustin. Vrin, Paris, 1944, tercera edición, [1928], pp. 53-55, y Etudes sur le rôle de la pensée médievale dans la formation du systéme cartésien, Vrin, Paris, 1967, tercera edición, [1930], pp. 194-196.
Cfr. Etudes sur le rôle..., pp. 197-198.
Op. Cit., Apendices, chap. Premier. Descartes, Saint Augustin et Campanella, pp. 264.
Descartes, René. Discours de la méthode. Texte et commentaire par Etienne Gilson. Vrin, Paris, 1967, Quinta edición, 1925, p. 297.
Lewis, Geneviève. Augustinisme et cartésianisme, en Augustinus Magister. Congrès internationale augustinien. Etudes Augustiniennes, Paris, 1954, volúmen II, pp. 1.087-1.104.
En el índice analítico de la edición minor de Brunschvicq aparecen varias referencias a San Agustín -casi todas de orden teológico. Cfr. Op. Cit., p. 775.
G. Lewis señala, además, que Arnauld después de indicar el pasaje de Libero arbitrio en sus objeciones, sólo en 1648 cambia de libreto y menciona De Trinitate.
Augustinisme et cartésianisme, p. 1.087.
Art. Cit., p. 1.104.
Hintikka, Jaakko. Cogito, ergo sum. Infenrece or perfomance, en Descartes. A collection of critical essays editada por Willis Doney. Mac Millan, London-Melbourne, 1968, pp. 108-139. Fue publicado originalmente en The Philosophical Review, vol, LXXI, n.1, enero de 1962, pp. 3-32.
Gueroult, Martial. Descartes selon l'ordre des raisons, I-II: Aubier- Montaigne, Paris, 1968, 2ª edición [1953].
Cfr. Descartes ayer y hoy. AC editores y Alego editores, 2002, Cali, capítulo 4.
Gouhier, Henri. La philosophie et ses publics publicado en Philosophie et méthode editions de l'Université de Bruxelles, 1974, pp. 61-74.
Gouhier dice que es inútil insistir sobre la diversidad de formas literarias que ha tomado la comunicación filosófica. Pero, a pesar de ello, vale resaltar algunos: el poema presocrático, el diario (El diario metafísico de G. Marcel), el catecismo (El catecismo positivista de A. Comte), el diálogo, la meditación (Las meditaciones cristianas de Malebranche), el Soliloquio (San Agustín), la entrevista (de Descartes con Burman, o de Pascal con el
señor de Sacy).
Llamo la atención sobre esto porque no todos los textos de un mismo autor tienen el mismo valor porque no tienen las mismas pretensiones. Recuerdo que en una defensa de tesis doctoral, el profesor Jacques Taminaux le preguntó al doctorando, que citaba como bibliografía fundamental el "Materialismo y empirocriticismo de Lenin", sin él sabía "¿cuál era la diferencia entre una obra filosófica y un panfleto político?".
En el siglo XX, Paul Arthur Schilpp con su Library of living philosophers -Biblioteca de los filósofos vivientes- ha tratado de formalizar esta manera de comunicación filosófica. La Biblioteca, iniciada en 1939 (John Dewey), contiene una colección de ensayos críticos escritos por otros filósofos vivos y está seguida por una autobiografía intelectual del filósofo objeto de la obra, y por las Replies -Réplicas- del filósofo a sus críticos. La Biblioteca Pública del Departamento de Filosofía de la Universidad de Illinois. U.S.A.
Además del artículo de Hintikka, sugiero leer mi "Cogito cartesiano: inferencia o actuación", capítulo 5 de Descartes ayer y hoy, pp. 85-102.
Mi idea es que "pensar" y "dudar" son verbos mixtos que sirven para hacer enunciados que describen un acto y lo realizan. Cfr. Filosofía analítica y lenguaje cotidiano. USTA, Bogotá, 1988, pp. 90-91.
Cfr. J. Hintikka. Art. Cit., pp. 108-109, 122 y 130-131.
Cfr. Sin embargo, mis Filosofía analítica y lenguaje cotidiano, pp. 67-69. y Breve tratado sobre la mentira. Editorial Universidad del Valle, Cali, 2003 (2ª edición), pp. 36-38.
GARCÍA-HERNÁNDEZ, Benjamín. Descartes y Plauto. Tecnos, Madrid, 1997.
Descartes ayer y hoy, capítulo 9, pp. 185-211.
Descartes y Plauto, p. 88.
Op. Cit., p. 189.
Ibid., p. 190.
Ibid., p. 191.
Apéndice I
Los filósofos y la sabiduría popular
* Recientemente me he encontrado con esta nueva variación del dictum kantiano en una obra de Searle no muy vieja. Se trata de Mente, lenguaje y sociedad en el que, haciendo eco a las ideas de Austin y Berlin sobre qué es la filosofía -idea que expliqué en el primer ensayo de esta colección-, nos dice:
"El hecho de que no existan procedimientos universalmente aceptados para resolver problemas filosóficos, no quiere decir que todo valga, que se pueda decir cualquier cosa o que no existan estándares. Al contrario, precisamente la ausencia de cosas tales como métodos de laboratorio a los que recurrir obliga al filósofo a grados aún mayores de claridad, rigor y precisión. En filosofía no da sensibilidad original e imaginativa, por un lado, y puro rigor inteligente y lógico, por otro. El rigor sin sensibilidad es vacío. La sensibilidad sin rigor no es más que mera palabrería" (p. 142 de la edición española, p. 159 del texto inglés).
Ûber den Gemeinspruch: "Das mag in der Theorie richtig, taugt aber nicht fûr die Praxis" (1973) Gemeinspruch puede, quizás, mejor traducirse como adagio común.
Que es un dicho popular traído a colación en una discusión crucial en el pensamiento de Kant. Puesto que alguna vez traduje no muy literalmente el pasaje, helo aquí en la lengua tudesca que prefieren algunos: "...dab einer (wie die Alten sagten) den Bock melkt, der andere ein sieb insterhält", de la misma Introducción ya citada, III, B. 83.
Pero sin mucho éxito. También sugerí que otros fragmentos, por ejemplo, que el "arco es vida" es un juego de palabras en griego; y que el fragmento sobre "los chicos que dejaron lo que pescaron, y se llevaron lo que no pescaron" es una adivinanza popular cuya respuesta es que "pescaban piojos" (Esta historia reaparece en las Reglas de Descartes).
Por supuesto, no desconozco que ciertas adivinanzas o enigmas que para los griegos eran juegos o diversiones de banquetes se han convertido en terribles dolores de cabeza para filósofos y científicos, como las "paradojas" de Zenón de Elea, o, la paradoja del mentiroso, o el enigma del velado. Cfr Post Scriptum.
DESCARTES, René. Discours de la méthode. Texte et Commentaire par Etienne Gilson. Vrin, Paris, 1976 (quinta edición) [1925], pp. 83-84.
En La Doctrine curieuse des Beaux Esprits de ce temps, edición de 1923, Libro IX; p. 56.
Esta referencia de Garasse a Platón, nos dice Gilson, hasta el momento [1976] no se ha podido convalidar [n'a pu, jusqu'a présent, être authentifiée].
Cfr. G.W.F. Hegel. Fenomenología del espíritu. Fondo de Cultura Económica, México, 1981 (4ª reimpresión) [1966] [1807], p. 15. Como cosa llamativa, en esta pesquisa sobre el refranero filosófico he descubierto que en alemán también existe uno análogo al nuestro, si es confiable el diccionario multilingüe de refranes que consulté y que es: "bei nacht sind alle katzen grau", y que corresponde muy bien al francés "La nuit tous les chats son gris". Cfr Diccionario de aforismos, proverbios y refranes. Editorial Sintes, S.A. Barcelona, 1982 (Quinta edición) [1954], p. 480. A pesar de ser un diccionario, tiene descuidos ortográficos como veremos luego.
Karl R. Popper. The poverty of Historicism. Routledge and Kegan Paul, Londres, 1961 [1957], p. 61.
La h falta en la transcripción del Diccionario.
Cómo hacer cosas con palabras. Paidós, Buenos Aires, 1971. Conferencias IV, pp. 91-92. No he podido encontrar un equivalente castellano a este refrán inglés "there are more ways of killing a cat than drawing it in butter".
Le champs de l'argumentation. Presses Universitaires de Bruxelles, 1970, p. 11. No he podido encontrar un equivalente español.
LEIBNIZ, G. W. Nouveaux essais sur l'entendement humain. Garnier- Flamarion, Paris, 1966. Libro IV, capítulo VIII, pp. 378-382. Recuérdese que esta obra inédita -quizás la más importante y rica de Leibniz-, es una respuesta al Ensayo de Locke en forma de diálogo -no muy bien logrado- entre los dos filósofos, bajo los pseudónimos de Teófilo (el primero) y Filaleto (el segundo).
En consecuencia, el capítulo en cuestión alude a John Locke. Ensayo sobre el entendimiento humano. Editora Nacional, Madrid, 1980, tomo 2, Libro IV, capítulo VIII, Acerca de las proposiciones frívolas, pp. 906-919.
Ofloda Noel Zemog. "Fulano y Perogrullo: Dos ilustres emigrantes anónimos al Nuevo Mundo", en Región. Revista del Centro de Estudios Regionales, año 2/Nº 2, julio de 1994, pp. 93-104.
La traducción que cito es la de Zemog. Existe una buena traducción española en Porrúa, "Sepan cuantos...", N. 321, 1977, pero el título no es afortunado:
Nuevo tratado sobre el entendimiento humano.
p. 827 de la edición de Aguilar. Madrid, 1974 [1966].
El último subrayado es mío.
No irrites los avispones.
Apéndice II
Whitehead y la filosofía occidental como notas en pie de página a la filosofía de platón
Prentice Hall, 1980 [1929], p. 63.
Proceso y realidad. Editorial Losada, Buenos Aires, 1956, Segunda Parte, capítulo I, Sección I, pp. 67-68.
Op. Cit., pp. 458 y 462-463. Valga anotar también que Whitehead en el Prefacio de la obra mencionada tiene el cuidado de decir:
"No hemos expuesto ninguna doctrina que no pueda citar en su defensa alguna aserción explícita de un filósofo de ese grupo de pensadores [fase del pensamiento filosófico que empezó en Descartes y terminó en Hume], o de uno de los dos fundadores de todo el pensamiento occidental, Platón y Aristóteles", p. 9.
CARLYLE y EMERSON. Los Héroes. Hombres representativos. Editorial Cumbre, México, 1977, novena edición, pp. 249 y siguientes. He consultado también a Edgar Lee Masters. El pensamiento vivo de Emerson. Editorial Losada, Buenos Aire s, 1945, 2ª edición [1940]. Los textos sobre Platón los cito de los dos, pero el último pasaje lo tomé del primero.
Hace unos días me encontré con esta perla en una obra de Harold J. Laski. Fe, razón y civilización. Editorial Abril, Buenos Aires, 1945 [Prefacio inglés de 1943]: "... y fue la comprensión de que Platón merecía la vigorosa condenación de Bacon lo que me puso en guardia contra lo que costaba sucumbir a la peligrosa atracción de su infinito encanto. Quizás me falte agregar -porque se trata cuando menos de un asunto de interés histórico- que cuando en cierta ocasión llamé la atención del señor juez Holmes sobre los pasajes de Bacon, me dijo que siendo estudiante del Colegio Superior d e Harvard, habiéndole Emerson encontrado en sus habitaciones leyendo "La República", le había llamado severamente la atención sobre las críticas de Bacon", p. 10, cfr. También pp. 138-140.
El Holmes de que habla Laski es Oliver Wendell Holmes que con Peirce, James y Dewey constituyeron el pensamiento pragmatista norteamericano. Al respecto cfr. Louis Menand. El club de los metafísicos. Historia de las ideas en Norteamérica. Ediciones Destino, Barcelona, 2002 [2001] (Colección Imago mundi, volumen 15, passim).
"[Platón] ha sido la fuente de todo lo mejor y lo más importante de nuestra civilización".
Karl Popper-Platón en Enciclopedia de las Ciencias Sociales, Aguilar, 1976, vol 8, p. 224.
Apéndice III
La filosofía (latinoamericana) de la liberación
Germán Marquínez Argote, filósofo español y profesor de la Universidad Santo Tomás de Aquino, de Bogotá, publicó una antología de ensayos bajo el título Filosofía de la religión. Editorial El Búho, Bogotá, 1991. Entre los autores figuran L. Boff, Gustavo Gutiérrez, Franz J. Hinkelammert y, valga anotarlo, Enrique Dussel.
El libro de Enrique D. Dussel que sirve de base a mis comentarios es Introducción a la filosofía de la liberación. Editorial Nueva América, Bogotá, 1988 (3ª edición) (la edición original fue hecha en México en 1977). El texto del CELAM que cito, lo tomo de la Introducción a esta obra hecha por Germán Marquínez Argote, p. 16.
Recuérdese que por la misma época se formó en Colombia el grupo de obispos de Golconda, liderados por el obispo de Buenaventura Gerardo Valencia, que luego murió en un accidente aéreo que dejó muchos dudas. Recuérdese también que el sacerdote Camilo Torres Restrepo, tres años antes, había ingresado a la guerilla del ELN, y fue "dado de baja" el 15 de febrero de 1966, y su ejemplo los siguieron dos religiosos españoles, el connotado "cura Pérez" y el padre Laín.
Esta concepción filosófica de la totalidad remonta a los griegos Aristóteles, Platón y Parménides quien da la base de esta exclusión: el ser es, el no ser (el otro, el bárbaro, etc.) no es.
Sin embargo, en la parte final de su ensayo cuando la liberación comienza con la negación del amo para lograr su posterior reconocimiento, Dussel recurre implícitamente a la dialéctica del amo y el siervo que Hegel expone en la Fenomenología del espíritu. 5 Una muestra de la repercusión de los trabajos de Dussel en Colombia, se pueden encontrar en la obra de Germán Marquínez Argote. Metafísica desde Latinoamérica. Universidad Santo Tomás (USTA), Bogotá, 1984. En la parte final, a manera de lectura complementaria, Marquínez publica Una lectura latinoamericana de Descartes, pp. 285-303, que desarrolla las ideas dusselianas del "yo conquisto" y del "yo pienso".
Ciencia, filosofía y poesía. Lecciones de los doctorados Honoris Causa 2001-2002. Danilo Cruz Vélez, Rubén Sierra Mejía, José Fernando Isaza, Carlos Enrique Ruiz. Universidad de Caldas, 2002.
Op. Cit., p. 204. Dussel atribuye parte de esta tajante afirmación a Augusto Salazar Bondy, pero, por lo que conozco de este filósofo peruano, creo esto pudo ser un "desvío pasajero" similar al que tuvo Francisco Miró Quesada, pero ambos, estoy seguro, en la mayor parte de sus trabajos han arado en los surcos de la gran tradición filosófica occidental.
Rubén Sierra Mejía usa una expresión más técnica que toma de Francisco Romero: "... Colombia ha logrado normalizar su actividad filosófica, lo que quiere decir que esta disciplina ha ingresado 'en el común cauce cultural' y que su cultivo es ya 'una función ordinaria de la cultura'. Pero esta normalización no significa mayoría de edad". "Temas y corrientes de la filosofía colombiana en el siglo XX", en Ensayos Filosóficos. Instituto Colombiano de Cultura (Colección Autores Nacionales), Bogotá, 1978, pp. 91-92.
Sin embargo, en su obra posterior Apreciación de la filosofía analítica, Centro Editorial Universidad Nacional de Colombia, 1987, en el ensayo final, Lo propio y lo extraño. Acerca de la Filosofía latinoamericana, p. 128, introduce un concepto de Ernst H. Gombrich, el de naturalización que se refiere al proceso asimilativo, por parte de una cultura, de un autor o un pensamiento nacidos en un ámbito lingüístico distinto al suyo. No es una simple influencia, sino algo más, es el hecho de que ellos entren a ser parte integrante de esta nueva tradición cultural. Pues bien, eso es precisamente lo que nos falta: la naturalización de la filosofía, aunque la asimilación ha comenzado y parece irreversible.
En la entrevista con Roberto J. Salazar Ramos que introduce mi Filosofía analítica y lenguaje cotidiano, USTA, Bogotá, 1988 (Biblioteca Colombiana de Filosofía, Nº 11), pp. 15-17, le había augurado -pero augurio no más atrevido que los del profeta Perogrullo-, que ese era el destino final de la filosofía latinoamericana; creo que sus seguidores de antaño ahora comparten este punto de vista.
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